Este informe proporciona un análisis de 86 experiencias de restauración y 45 fuentes semilleras en el bosque seco tropical del norte del Perú que fue recopilado a través de entrevistas y de la revisión de documentos facilitados por las instituciones involucradas con el fin de comprender el estado actual de la restauración en este ecosistema, y establecer un panorama general para mejorar la planificación de futuros proyectos. Asimismo, una ficha de resumen y todos los documentos asociados a cada proyecto han sido centralizados y puestos a libre disposición en una herramienta en línea. Se estima que el bosque seco del norte del Perú cubre 3,4 millones de hectáreas, del cual el 63% está degradado. En dicho contexto, considerando la superficie intervenida por las experiencias de restauración identificadas, éstas cubrirían un 7% del área degradada, evidenciándose la falta de acciones de restauración en este ecosistema, la cual se debe a un gran interés en el uso de las tierras para agricultura y ganadería. El bosque seco del norte se divide en dos ecorregiones: los bosques secos de Tumbes-Piura y los bosques secos del Marañón; sin embargo, éste último a pesar de ser conocido por su alto nivel de endemismo, solo registró una experiencia de restauración. Generalmente, las experiencias son de una escala pequeña (0 a 30 ha) y de duración corta (de 1 a 5 años), presentando objetivos ambiciosos de largo plazo relacionados a la recuperación de la biodiversidad, la mejora de factores abióticos, la recuperación de cobertura forestal y la sensibilización de la población local. Estas experiencias han tenido dificultades para cumplir con todos los objetivos debido a la falta de metas claras y la corta duración de los proyectos. Las experiencias más exitosas demuestran la importancia de la articulación entre las comunidades locales como implementadores y los ONGs, el sector estatal y privado como responsables de su formulación, monitoreo y financiamiento. Asimismo, existen pocos ejemplos de experiencias lideradas por el sector privado o la comunidad local, en ésta última, las mujeres juegan un rol importante en el cumplimiento de tareas de implementación. Existe una variedad de métodos de restauración en la región, pero con limitada divulgación e intercambio de ideas entre proyectos, además de una deficiente evaluación que asegure que el método usado sea el más apropiado. Asimismo, a pesar que el bosque seco cuenta con una gran diversidad de especies de árboles y arbustos, en la mayoría de las experiencias se siembran de 2 a 4 especies, y casi todos incluyen el algarrobo (Prosopis pallida) y el sapote (Colicodendron scabridum) debido a su utilidad, disponibilidad de material de siembra y a la falta de acceso al conocimiento de las otras especies. De otro lado, resalta la necesidad de un vínculo entre las especies seleccionadas y las metas establecidas para la restauración. A la vez, aunque existe una preocupación por la calidad del material de siembra, está todavía no ha tomado en cuenta la importancia de que la restauración sea sostenible bajo cambio climático. Por ende, la disponibilidad del material apto para los proyectos (desde las fuentes de semillas, su cosecha y almacenamiento, producción de plántulas cuando sea necesario) es un área clave a fortalecer, empezando con la mejora de la protección y conservación de las fuentes semilleras identificadas y las que se encuentran dentro de las áreas de conservación.
Authors:
Cerrón, J.; Fremout, T.; Atkinson, R.; Thomas, E.; Cornelius, J.
Subjects:
forests, data analysis, research, methodology, conservation
Publication type:
Publication, Report
Year:
2019