Las áreas cubiertas por bosques son indicadores importantes para determinar la condición ambiental de un paisaje (Keenan et al. 2015) y sustanciales proveedores de servicios ecosistémicos (Miura et al. 2015). Los bosques juegan un papel importante en la regulación del clima a escalas locales y globales (Cavaleri et al. 2015; Magnago et al. 2015); por lo que se consideran significativas reservas de carbono (Cassells et al. 2009). Para el 2015, la cobertura de bosque mundial es equivalente al 31% del área global del planeta, el 44% de esta área global se encuentra en zonas tropicales y el 8% en zonas subtropicales (Keenan et al. 2015). Geist y Lambin (2002) sugieren que la deforestación en los trópicos es explicada por múltiples factores (causas próximas y subyacentes). Ellos consideran que las causas próximas son la expansión agrícola, la expansión de la infraestructura y la extracción comercial de madera, con claras variaciones regionales. Mientras que las causas subyacentes se enmarcan dentro de sinergias de variables económicas, institucionales, tecnológicas, culturales o demográficas. Las investigaciones en el ámbito del cambio de uso de suelo y de la tierra se han enfocado en mejorar los sistemas de monitoreo, estudiar los procesos de cambio y de transición forestal, así como desarrollar modelos para la generación de escenarios futuros, enfocándose en análisis multitemporales (Turner et al. 1994; Geist y Lambin 2002). Los análisis multitemporales permiten detectar cambios entre distintas fechas de referencia, con la finalidad de dar a conocer las consecuencias de la acción humana sobre el medio (Ruiz et al. 2014).
Authors:
Espinoza Mendoza, V.E.
Subjects:
land use, deforestation
Publication type:
Publication, Thesis
Year:
2016